EL ÁRBOL ROJO de Shaun Tan

Shaun Tan nació en Fremantle Australia en 1974 y creció en Perth. Licenciado en Literatura Inglesa y Bellas Artes, empezó a ilustrar historias de ciencia-ficción durante su adolescencia para la revista australiana Aurealis . Desde el 1996 ha escrito y publicado libros ilustrados para niños y adultos conocidos internacionalmente, sus libros han sido traducido al francés, al alemán, al chino, al coreano y ahora al español.
Éste es un cuento que todo el mundo debería tener, ya no sólo por la belleza de sus ilustraciones, que se clavan en la retina para que no las olvides nunca, sino por lo maravilloso e incluso terapéutico de su contenido. Probad a regalaselo a alguien que este bajito de ánimo, os aseguro que en el momento de terminar de leerlo siempre consigue arrancar una sonrisa de esperanza, está comprobado.
En El árbol rojo, Shaun Tan nos hace recorrer un día en la vida de una chica que lo inicia “vacío de esperanzas”. Así nos irá ofreciendo todo lo que ello conlleva: oscuridad, incomprensión, falta de lógica, de comunicación, ver cómo pasa ante si lo bello como inasequible, incluso perderse de uno mismo… pero al final había un motivo para todo, un respiro, una ilusión, un árbol rojo tal y como “lo imaginaste”. La oscuridad y la incomunicación crecen en las primeras páginas del libro y en la vida real te comen como el pez gigante que llora negro y cubre con su sombra a la pequeña, pero al final del día siempre podrá encontrarse el floreciente árbol rojo. De lo que no nos damos cuenta es que tal vez esa parte de esperanza nos ha estado acmpañando a lo largo de todo el día pero no estabamos atentos. ¿por qué no probais a buscar esa hoja roja que se repite en todas las páginas del cuento? Jjejejeej, no os lo podíais imaginar eh.
Para aprovechar os comento que el autor tiene un segundo cuento de una calidad plástica alucinante, aunque quiza con menos impacto de contenido. Se llama La cosa perdida,y el protagonista intenta llevar esa "cosa" a un lugar con sentido...una trayectoria que todos intentamos realizar con nuestras vidas.
En definitiva, que ambos cuentos son dos pequeñas joyitas con los que podeis sorprender a ese amig@ que está un poco triste o decaido, o que se ha asfixiado por lo durito que resulta hacerse mayor, esos sindromes de Peter Pan en potencia que al fin y al cabo todos padecemos en mayor o menor medida. Os aseguro que triunfareis.